Los masajes son un recurso muy útil para liberar tensiones, son un complemento ideal de probada eficacia en el tratamiento contra el estrés o ansiedad.
Hay distintos tipos de masaje manual, pero básicamente el objetivo de todos ellos es conseguir que cada músculo haga el trabajo que le es propio. Si existe un exceso de rigidez o tensión se actúa para liberarla (descontracturar); si el problema es de un exceso de laxitud se busca la estimulación para recuperar el tono del músculo. En definitiva, se estimula, relaja, alarga y equilibra la estructura del cuerpo.
- Combate el cansancio, la fatiga, el insomnio y la ansiedad.
- Libera la tensión mental ocasionada por el estrés.
- Desbloquea músculos, tendones y articulaciones.
- Alivia problemas musculares y recupera la movilidad esquelético-muscular.
- Activa y mejora el riego sanguíneo; actúa sobre venas y vasos linfáticos.
- Favorece la nutrición de los tejidos y órganos, y estimula el sistema inmunológico.
- Ayudan a eliminar toxinas.